Estamos hablando del equinoccio de primavera, sin lluvias recientes, con un Río Juramento con caudal apropiado para la época.
La zona a relevar fue aguas abajo la presa El Tunal. El guía, un experimentado Pablo Orfeo,
y su excelente asistente, Enrique. Nuestro grupo estaba compuesto por tres pescadores. Colorado Buttini, Federico Hilger y quien les escribe. Hicimos base en un pueblo llamado JOAQUIN V. GONZALEZ, distante unos 105 km al este de METAN (Esta Ciudad se ubica a mitad de camino entre San Miguel de Tucumán y la Ciudad de Salta), por la ruta 16. Se trata de un pueblo con adecuadas comodidades para el pescador, con dos hoteles básicos y un par de restaurants donde se come realmente comida casera de la mejor. Recomiendo sin dudar el Restaurant de la “Pocha”, a metros de la primer YPF que se encuentra en la ruta al llegar al Pueblo.
Esta YPF tiene realmente de todo. Flotamos en una balsa BIM de Orfeo, realmente muy equipada (ver foto), con frame de aluminio y dos puestos de pesca y un puesto para acompañante. Realizamos tres flotadas día completo, el primer día flotamos el tramo entre el J.V.González y Gaona, unos 17 km de río a una velocidad de 3,5 km/hora.
El segundo día flotamos el tramo entre Olleros y Gaona, es decir, el mismo tramo del día anterior, pero sumando unos 7 km más de río un poco más rápido (6,5 km/hora).
El último día, fue de exploración, ya que flotamos una zona en la que ningún guía de flyfishing había incursionado. El tramo que va desde Gaona hasta Quebrachal. Utilizamos equipos ocho #8, T3 de Orvis, Quinault Native Run de G-Loomis y RPL de Sage. Reels usados: Redington, STH y Orvis, todos large arbor. Líneas utilizadas: sinking tips, grado III y grado IV y líneas de flote en el último tramo del río, dado que se ensancha bastante y la profundidad promedio no llega al metro. Utilizamos moscas atadas desde Mendoza por Matias Grippo y Perro Badaloni, acá van algunas muestras de las mismas y por supuesto, las que ata PABLO ORFEO, grandes streammers con personalidad propia, llamadas “Tarija” y “Tarimento”, en diversos colores y composiciones. Todos atados en anzuelos Tiempo 811 #2-3.
Se trata de un río relativamente lento, con largas tablas a velocidades constantes, escaso de pozones profundos, y plagado de correderas, de metro, metro y medio de profundidad, la técnica utilizada fue la sugerida por Pablo, levantes y tendidos, con reach casts y parachute casts. La distancia apropiada al Target casi constante de 10 a 15 metros, hacía que la técnica funcionara a la perfección ( resulta muy importante la precisión del tiro, ya que todos los piques fueron dentro del segundo de la caída de la mosca al hueco elegido, entre los palos y bajo la sombra de la profusa vegetación ribereña). La luna no era la mejor,
pero lo demás sí. El guía, excelente, el clima ideal (30 grados), el equipamiento, adecuado y proporcionado.
El agua relativamente clara, el caudal en su nivel promedio, los almuerzos abundantes, el vino suficiente, etc. El pique, por razones que aún tratamos de establecer, escaso. En los dos primeros días, tuvimos en total unos 7 piques, sin poder clavar ninguno. Al final del segundo día, con un tiro milimétrico al palo saliente, tuve la chance
de levantar una autentica “vaca”, como las llama Orfeo a aquellos dorados de 8 kilos y más. Era así. Recién el último día, en la zona menos explorada
y con menor presión de pesca, el Colo Butini pudo sacar del agua un dorado que acusó algo más de cinco kilos. Realmente nos emocionó, porque ya llevábamos varias horas balsa sin prender nada. Este dorado picó temprano, cerca de las 9 de la mañana, y ya había sido precedido de otro pique. Luego tuvimos dos o tres piques más y corte …y
…a volver a castear. Fede pudo sacar un doradillo muy saltarín y nada más. Amigos, los dorados están y están al alcance de la mosca, los vimos y se nos escaparon de las narices. Cosa más difícil en el resto de los ambientes de la cuenca del Paraná.
Si bien es cierto que en los Esteros del Iberá o en las nacientes del Corrientes el pique es abundante y muy divertido, entiendo que no se logran los tamaños que hay en el Juramento. El Juramento es un río de trofeos para un pescador con mosca, es realmente algo muy especial. Por los menos cuatro piques perdimos de tigres del río de más de siete kilos, y eso no es poco. Creo que la única responsabilidad de no haber podido capturar más dorados es exclusivamente nuestra, ya que como pescadores de truchas que somos, nos cuesta mucho habituarnos al espectacular pique del tigre, y no podemos pretender que con una salida al año a la caza del dorado podamos subirlo como si fuera un perro faldero a la balsa.
Recomiendo el río y sus encantos, e instigo a quien se precia de pescar con mosca, intente este desafío, que no es para novatos, ya que se trata de una pesca exigente y ambiciosa, pero que puede dar el mejor de los frutos, solo comparable, por lo menos para mí, a una gran marrón del Limay o Chimihuin. Muchas gracias a Pablo Orfeo, quien puso todo de su parte para que pasáramos unos hermosos y apasionantes días, funcionando la logística a la perfección.
Y como empecé la nota, termino JURANDO QUE ME VENGARE DE LOS TIGRES SAGRADOS DEL JURAMENTO, y les digo, que habrán ganado una batalla, pero no la guerra.
Un abrazo a todos y como siempre CARPE DIEM.
Manuel Linares,
Presidente AMPM
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