Cuando estaba en los comienzos de mi camino como pescador sentía cosas únicas difíciles de explicar, soñaba con los viajes espectaculares los peces gigantes y con días únicos.
Recuerdo como si fuera hoy cuando mi viejo me trasmitió la pasión por la pesca, por la naturaleza y por la vida al aire libre, coloco una caña por primera vez en mi mano sabiendo que nunca la iba a dejar. Sensaciones como esas son difíciles de vivir actualmente, luego de un largo camino recorrido, con muchas horas en el río compartiendo momentos inolvidables con amigos que puede uno esperar, nuevas experiencias en ambientes desconocidos? Es así como comencé a investigar el mundo de la pesca en el mar, algo lejano pero excitante a la vez , es así como concretamos el primer viaje a Cuba lleno de expectativas, en una gran semana de pesca tuve el primer contacto con el Tarpon con una tomada agresiva me di cuenta que era mas de lo que imaginaba, explosivo y poderoso, hoy me animo a decir que es el pez que quiero pescar el resto de mi vida.
En ese viaje con grandes Amigos, tuve la suerte de pescar varios Tarpons, uno de ellos de mas de 80lbs realmente no lo podía creer.
Regresando de Cuba ya estaba pensando en el año siguiente. En una de esas charlas con Pablo sale la propuesta de un nuevo lugar en México, acá me dice Pablo están los gigantes, era difícil para mi dimensiónar que tan grandes podían ser, preparamos el viaje con un Amigo y gran pescador Manu Cuneo,
el objetivo era tratar de pescar a uno de estos Tarpons Mariachis. Llegamos a la isla el clima no era el mejor y el panorama para nada alentador, pero si hay una cosa que aprendí en los años como guía de pesca es que nada es seguro y que todo puede cambiar de un momento a otro.
Primer día mucho viento tratando de verlos rolear, vimos pocos pero lejos cuando nos acercábamos al lugar desaparecían, estaba claro que la cosa no iba a ser facil, pescamos un par de Jacks imponentes como de 9kg muy bueno para calmar nuestra ansiedad.
Al día siguiente mismo clima ventoso y un poco nublado salimos con una sola idea el Gigante, nuestros guías Beto y Ángel deliberaban sobre la estrategia a seguir, a 100 metros del lugar el motor se detuvo, empezó la remada, es acá dice Beto mi padre es pescador de langostas y el me dio este dato aquí abajo hay grandes cuevas donde siempre están los grandes. Era el turno de Manu una docena de tiros y nada le pregunto a Angel pruebo con otra mosca ? me dice si, elijo una naranja barrada atada por Manu, me subí el pedestal y a pescar,, en el tercer tiro sentí un pique muy suave, la clavada firme y el primer salto inolvidable, el gigante había tomado la mosca, paso siguiente corrida de 100mts una clavada mas y a pelear. Luego de 3 horas de batalla sin descanso lo subimos al bote, medición de por medio saludos y abrazos sinceros.
La misión estaba cumplida, en ese momento volví a sentir esa única sensación especial de alegría y agradecimiento.
No puedo mas que recomendar este programa, por el lugar, la calidez de la gente y el profesionalismo de las personas que encabezadas por Pablo lo llevan adelante. Sin ningún detalle librado al azar.
A todos muchas gracias...
Gran Abrazo y nos vemos en el río.
Diego Buzzurro
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