Cirujia Mayor
El título de este comentario tiene su razón de ser, y su explicación creo te dará una idea perfecta del porqué. Ayer por la mañana, luego de casi 28 días de viento, lluvia y alguna nevada en la alta montaña, aparecieron las condiciones ideales para salir de pesca al Limay. Viviendo en Bariloche, he conseguido encontrar los momentos ideales, los días perfectos, y sobre todo el guía de pesca, que es más amigo que profesional del remo. Ello se puso de manifiesto en la víspera.
A las nueve y media de la mañana, estábamos en la balsa Mariano Derisio, como comandante y el humilde Don Eduardo en la proa, armado con el equipo perfecto, o sea Helios 2 Line 5, reel Hydros II con línea de flote Orvis, obvio. Nos sorprendió a ambos la eclosión de caddies, y en medio de la nube inmensa que volaba sobre nosotros, humorísticamente pensamos que nuestras moscas sobre el agua serian casi invisibles.
Luego de tantos días de lluvia, el Limay había subido casi un metro, y teníamos las condiciones parecidas de principio de temporada. A pocos metros de la partida, en un remanso, pudimos ver cerca de 9 o 12 truchas grandes, que comían a destajo. Por supuesto que la tentación era insostenible y probamos con varias secas y algunas emergentes, pero no tuvimos éxito. La Helios II es de una facilidad y sencillez, por su peso ligero, que los casteos se repetían sin pausa, pero el interés de los peces parecía inexistente. Mas adelante, en otro lugar, tuvimos dos piques divertidos y sacamos la primera marrón de tamaño discreto pero nada despreciable. A eso de las doce y media, nos detuvimos en otro remanso más grande, conocido por nosotros como El Pozón de la Suegra, también llamado el Lavarropa, ya que su principal característica es una corriente circulante, de muy calma intensidad y de claridad espectacular.
Nos dejamos llevar por el agua casi quieta y en el centro del pozón, había por lo menos 6 o 7 truchas muy grandes comiendo suavemente, sin molestarse por nuestra presencia. Pusimos una caddie chica y comencé con los casteos a unos 50 cm delante de los peces. Se acercaban a la mosca, pero no la tomaban. Cambiamos a una emergente clara, pero tuvimos el mismo resultado. Lo bueno es que no se asustaron y seguían en el mismo lugar. Otro cambio, una emergente mas oscura, puesta en el agua como un maestro relojero, pero tampoco tomaban. Decidí optar por lo más extremo, y poner un tippet 5 X, con el riesgo que ello implica. Asi lo hicimos, siempre con la emergente oscura, pero mas chica que la anterior. Alli aparece el titulo de este comentario, la Helios II es un instrumento quirúrgico, de precisión tan perfecta, que me arriesgué a poner la mosca más cerca de la boca del pez. La trucha tomó la mosca suavemente, como estaba tomando su comida anterior y cuando se sintió atrapada, empezó a los saltos y en medio de uno de ellos, se metió en la corredera principal y cortó el tippet.
Esperamos unos minutos a que se calmara el desastre energético que se había producido y volvimos a probar. Mismo tippet, misma emergente y aquí el Bisturí como he bautizado a la Helios II, funcionó como corresponde. Otra vez, la mosca fue puesta, no con la mano, con una pinza de depilar, diría yo, y el pique fue mas violento y el salto mejor que la de hacia un rato. Mariano y yo sufríamos de solo pensar que nadara otra vez hacia la corriente principal del rio, pero Don Eduardo, puso a prueba el equipo Orvis, o sea la dejé correr, que se meta donde quiera, pensé, y si corta el tippet, que lo corte. Estuvimos casi 20 minutos peleando con el bicho, que obviamente se metió en la corredera, pero pudimos recuperarla, a fuerza de Helios II y el Dios de los Mosqueros.
El copo fue preparado y sacamos el pescadazo. Luego del abrazo de rigor y de la foto para la Fly Fisherman de USA, regresamos el animal al agua satisfactoriamente. En mi humilde opinión, La Helios II tiene el peso de una pluma y la resistencia de una cable de acero de media pulgada. Yo diría que es la suavidad mezclada con la robustez en forma equilibrada. A primera vista puede que no lo parezca pero es de una fortaleza extraordinaria. Para terminar, yo debería hacer lo que dice mi mujer cuando se compra algo que le gusta mucho, ella dice, Me tendría que comprar otra, Ojala las fotos de aficionado te sirvan como ejemplo, pero ya mejoraremos en ese rubro, como mejoramos con las cañas.
Eduardo Torres
Todos los derechos reservados © 2024. Hecho por LampMinds.